La educación es un derecho humano fundamental que constituye un motor esencial para el desarrollo de las personas, especialmente de las juventudes y las sociedades.

Su impacto va más allá del ámbito académico, es clave para el crecimiento económico, social y ambiental, y desempeña un rol crucial para la reducción de la pobreza y las desigualdades.

Además, la educación contribuye a reducir las brechas de género, así como promover la paz y la estabilidad, también enriquece la cultura, los valores y aporta al desarrollo integral de cada persona y al bienestar colectivo.

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